El Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria que habita en el estómago de muchas personas, y aunque no siempre provoca síntomas, puede ser responsable de diversos problemas gastrointestinales. Se estima que aproximadamente dos tercios de la población mundial está infectada con esta bacteria, lo que la convierte en una de las infecciones bacterianas más comunes.

 

¿Qué es el Helicobacter pylori?

El H. pylori es una bacteria que tiene la capacidad de sobrevivir en ambientes ácidos como el estómago. Se aloja en la mucosa gástrica y, en algunos casos, puede causar daños en la barrera protectora del estómago, lo que puede derivar en problemas de salud, como gastritis o úlceras. Su presencia está también asociada a un mayor riesgo de desarrollar cáncer gástrico, aunque esto solo ocurre en un pequeño porcentaje de los infectados.

 

¿Cómo se contrae el Helicobacter pylori?

La forma exacta de transmisión aún no está completamente clara, pero se cree que la bacteria se propaga a través de alimentos o agua contaminada, o por contacto directo con saliva, vómitos o heces de una persona infectada. Debido a la falta de síntomas en muchos casos, una persona puede estar infectada durante años sin saberlo, aumentando el riesgo de complicaciones si no se detecta a tiempo.

 

Síntomas asociados al Helicobacter pylori

En la mayoría de los casos, el H. pylori no provoca síntomas evidentes. Sin embargo, cuando sí lo hace, los más comunes son:

  • Dolor o ardor abdominal.
  • Hinchazón y sensación de saciedad rápida.
  • Náuseas.
  • Pérdida de apetito.
  • Pérdida de peso sin razón aparente.

Estos síntomas suelen estar relacionados con la aparición de gastritis o úlceras pépticas, dos afecciones comunes derivadas de la infección por H. pylori.

 

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la infección por H. pylori puede realizarse mediante varias pruebas, como análisis de sangre, pruebas de aliento, o biopsias gástricas durante una endoscopia. Si la infección es confirmada, el tratamiento suele consistir en una combinación de antibióticos para eliminar la bacteria, junto con medicamentos que reduzcan la acidez del estómago y permitan la curación de las posibles lesiones.

 

Es importante seguir el tratamiento tal como lo indique el médico, ya que la erradicación del H. pylori es esencial para evitar complicaciones a largo plazo, como las úlceras o el riesgo de desarrollar cáncer gástrico.

 

Prevención y cuidado

No hay una vacuna contra el Helicobacter pylori, pero se pueden tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de infección. Estas incluyen:

  • Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño.
  • Consumir alimentos bien cocidos y agua potable.
  • Evitar compartir utensilios o vasos con personas infectadas.

 

Consulta en tu farmacia

Si experimentas síntomas digestivos persistentes o si te han diagnosticado infección por H. pylori, es importante que sigas las recomendaciones de tu médico. Además, en la farmacia puedes encontrar productos que ayudan a aliviar los síntomas gástricos, como protectores estomacales o probióticos, que contribuyen a la salud digestiva durante y después del tratamiento.